A las doce de la noche,
un niñito nacerá,
alegraos, pastorcillos,
que el que nace Dios será.
¡Jesús, qué alegría, qué noche tan buena!
¡Qué noche tan buena, todo es resplandor!
Mil gracias, Dios mío, mil gracias, Señor.
El Niño Dios ha nacido,
acudamos al Portal,
a ofrecerle nuestros dones,
también nuestra voluntad.