Yo soy un pobre pastor,
que del monte aquí bajé,
llevo un cordero en los brazos
a Jesús de Nazareth.
Venid ya, venid ya.
Vamos ya, vamos ya.
Venid ya, venid ya,
a adorar, a adorar,
al Rey de los Cielos,
al Rey de los Cielos,
que ha nacido ya;
al Rey de los Cielos,
al Rey de los Cielos,
que ha nacido ya.
Lo mejor de mi cosecha
aquí le vengo a traer,
al Niño recién nacido,
a Jesús de Nazareth.
Los tres Reyes del Oriente,
se aproximan al portal,
a ofrecer sus corazones
al Cordero celestial.