Hace muchos, muchísmos años, en la ciudad de Bagdag vivía un joven llamado Simbad. Era muy pobre y, para ganarse la vida, se veía obligado a transportar pesados fardos, por lo que se le conocía como Simbad el Cargador. «¡Pobre de mí! -se lamentaba- ¡qué triste suerte la mía!». Quiso el destino que sus quejas fueran oídas por el dueño …
Leer Más »