El género: Las fábulas pueden estar escritas en verso o en prosa.
La brevedad: Suelen ser historias breves.
La presencia de los elementos esenciales de la narración: Acostumbra a haber un narrador que cuenta lo que les sucede (acción) a unos personajes en un lugar y en un tiempo indeterminados. Las fábulas, como los cuentos populares, no se sitúan en una época concreta. Son intemporales.
Una estructura sencilla: El esquema de muchas fábulas empieza con la presentación de una situación inicial, tras la cual se plantea un problema, que unas veces tiene solución y otras no. La historia finaliza con una moraleja.
Los personajes: Los personajes son, en su mayoría, animales u objetos humanizados.
Los temas: Los vicios son los temas tratados en las fábulas (la envidia, la avaricia, la arrogancia, la mentira…).
La intención: Detrás de cada fábula hay una crítica hacia ciertos comportamientos y actitudes, que se disimula con el uso de personajes humanizados.
La moraleja: La moraleja es una enseñanza moral, es decir, un consejo o pauta de conducta. La moraleja puede ser una frase o una estrofa. La más corriente es el pareado, una estrofa de dos versos que riman entre sí.