En su origen, los cuentos eran relatos anónimos y populares que se explicaban en casa, junto al fuego… Cuentos para mayores o para pequeños. Eran historias orales que han llegado hasta nosotros de la mano de los compiladores que las reunieron en los libros, como el PANCHATANTRA hindú (s. VI d.C) o LAS MIL Y UNA NOCHES, libro árabe que reúne relatos como Aladino, Alí Babá o Simbad.
En Europa, se extendió la práctica de recopilar los cuentos populares. En España, Don Juan Manuel lo hizo en El Conde Lucanor; en Italia, Boccaccio en El Decamerón; en Inglaterra, Chaucer en Los cuentos de Canterbury. Todos en el siglo XIV.
Con el paso de los siglos, esta costumbre siguió viva. En el s.XIX, algunos escritores, como los hermanos Grimm reunieron los cuentos en varios volúmenes.
Vladimir Propp fue un erudito ruso que dedicó una parte de sus estudios al análisis de los cuentos tradicionales. Leyó y comparó muchos de ellos y el resultado fue un libro, Morfología del cuento, en el que explicó las características comunes a todos ellos.
Veamos cuáles son algunas de sus características
- Los personajes de los cuentos realizan acciones parecidas: salir de casa, superar pruebas…
Y son esquemáticos:
Agresor (malvado): bruja, madrastra, ogro, dragón…
Donante (personaje mágico)): el hada, el duende…
Los héroes: el príncipe, la princesa… - Predilección por los números 3 y 7: tres hijas, tres cerditos…
- Se repiten estas acciones:
Prohibición- desobediencia (Caperucita)
Interrogación – información (espejito, espejito…)
Combate – victoria
Persecución – socorro
Abundan las repeticiones y las escenas simétricas :
(el soplido del lobo en el cuento de los cerditos)
El cuento tradicional se estructura en secuencias. Las más características son:
- La situación inicial
Empiezan los cuentos con los indicadores de tiempo y lugar (Érase una vez, había…) - Las pruebas
El personaje principal deber superar una serie de obstáculos. En este bloque entran en juego las preguntas. - Las ayudas
El personaje principal recibe la ayuda real o mágica de otros personajes. Con ellas consigue superar las pruebas. - El desenlace
El protagonista logra su objetivo. El final siempre es cerrado y feliz. Normalmente se produce un cambio de «status», es decir, de categoría social (el mendigo se convierte en rico, la criada en señora…)